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No nos gusta que llueva. Nos fastidia mucho levantarnos y ver  los cristales de las ventanas mojados.

La calle, el parque, los columpios, las pistas de fútbol y todos los lugares en los que nos gusta divertirnos están mojados y embarrados pero… ¡podemos hacer otras cosas tanto o más divertidas como cuando no llueve!

Podemos ponernos nuestras botas de agua y caminar por charcos enormes, disfrutar sintiendo las gotas de lluvia en nuestra cara, seguir los pasos de los caracoles en la hierba o incluso contar para averiguar la distancia a la que se encuentra la tormenta.

Es la otra cara de un día lluvioso. Nos permite disfrutar de cosas que no podemos hacer en los días soleados. ¿Y si te dijera que también puedes aprender muchas cosas, me creerías?

Sigueme en esta pequeña aventura y lo descubrirás.

Pero antes de empezar es imporante que sepas que a lo largo de toda la aventura pueden aparecer palabras que no entiendas. Algunas de ellas estaran subrayadas y en negrita, solo tienes que ticar en ellas para saber qué significan.